Es muy importante preparar nuestra piel adecuadamente antes de exponernos
al sol en verano. Los rayos solares pueden dañar la piel causando profundas
arrugas e incluso pueden provocar cáncer de piel. Pero el sol tomado de forma
adecuada es bueno y nos beneficia. Es necesario para estimular la vitamina D,
que hace nuestros huesos y dientes absorban
mejor el calcio y el fósforo. Además tiene un efecto positivo sobre nuestro
estado de ánimo y nos ayuda a relajarnos.
El primero y segundo día de exposición al sol es cuando se producen la
mayor parte de las quemaduras.
Se sabe que, cuando la piel se pone roja tras tomar el sol, el daño que le
causamos a la epidermis es irreparable. Conviene pues evitar este estado .Es
recomendable pues tomar el sol en sesiones de 5 minutos. El tercer día la
melanina consigue alcanzar la epidermis, pero aun no la protege. Por eso es
aconsejable no tomar el sol el tercer día y dejar que la piel se recupere.
Lo primero es afinar la piel y eliminar las células muertas. Con la
exfoliación activamos la circulación, promovemos la regeneración de células
nuevas, fortalecemos la piel y la hacemos más elástica y contribuye a que las
marcas y cicatrices desaparezcan.
¿Cómo hacerlo? En la ducha, con agua caliente para que la piel se
reblandezca, aplicando un gel exfoliante mediante movimientos circulares.
¿Cuándo? Una vez a la semana durante el primer mes y después aplicar una
loción hidratante.
AUTOBRONCEADOR
Se aplica tras varias exfoliaciones, 15 días antes de iniciar las
vacaciones) para asegurarnos de que quede uniforme, ya que actúa sobre la capa
superficial de la piel y cuantas más células muertas tenga esta capa más
irregular será el color.
El autobronceador nos ayuda a activar nuestra pantalla protectora natural,
la melanina. Así la melanina sube y cuando nos exponemos al sol nuestra piel
está más preparada y nos proteje mejor de rojeces y quemaduras.
También podemos contribuir a activar la melanina comiendo alimentos como la
zanahoria y el tomate y otros ricos en vitaminas E y B como las legumbres y el
pescado, que ayudan a fijar y prolongar el bronceado.
CÓMO ELEGIR LA PROTECCIÓN SOLAR ADECUADA
·
Un FPS
(factor de protección solar) 15 aporta una protección mínima. Es recomendable
para una exposición solar muy breve.
·
Un FPS 30 es
el que debemos utilizar a diario y, en caso de estar en contacto con el agua,
repetir la aplicación cada dos horas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario