Marc Jacobs nos trae la dulzura de los colores pastel, y los bordados ingleses en enormes cuellos y voluminosas faldas. Las transparencias, tanto en la ropa como en los complementos, forman parte de una colección tan apetitosa y deliciosa como un cupcake.
El blanco aparece en distintas texturas, creando siluetas holgadas y voluminosas. Las faldas: a la rodilla o justo por debajo.
Los colores pastel dulces y delicados, son los protagonistas de la colección. Amarillo, azul, verde o varios tonos mezclados en un degradé exquisito.
Pero no todo son siluetas XXL. En esta colección también hay lugar para los bodys, vestidos y trajes más ajustados al cuerpo. El abrigo de verano lo combina con falda o vestido, haciendo coincidir ambos largos.
Abundan los apliques de flores, cristales y adornos con destellos plásticos 3-D, sobretodo en los vestidos.
Las plumas se mezclan entre el tweed y los bordados, acentuando el toque femenino y delicado que Jacobs pretende para esta primavera. Mezcla contrastes, como la chaqueta motera en piel de cocodrilo con plumas con tejidos delicados como la organza o el celofán de seda.
En cuanto a los bolsos, podemos encontrarlos en tonos pastel, en blanco o combinados . También veremos colores ácidos, piel y plástico troquelados y pexiglas. Los zapatos, siempre en punta para estilizar, en los mismos tonos y combinados con detalles metálicos.
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