Como ya os hemos comentado en otras ocasiones, la imagen es una herramienta poderosa. El secreto para sacarle provecho está en adquirir los conocimientos que nos permitan usarla para cumplir nuestros objetivos.Conocernos más y sacarle el mayor partido a nuestras características físicas es fundamental para tener una buena imagen. Después de haber descubierto ya qué tipo de silueta tienes en nuestro post anterior, ahora debes fijarte en cómo es tu estilo.
El estilo es mucho más que la ropa y los complementos que llevamos puestos, es la expresión individual de cada persona, eso que nos hace únicas y que nos permite distinguirnos de las demás. El estilo es algo que tú ya tienes, aunque a veces no seas consciente de ello, y se va forjando a través de los años por medio del carácter, el temperamento, tu estilo de vida, profesión y gustos personales.
Para determinar el tipo de líneas, colores y formas que prefiere la persona, en imagen se habla de 7 estilos, aunque existen variantes de todos ellos y la mayoría somos mezcla de varios.
ESTILO NATURAL
- De apariencia sencilla.
- Nos transmite accesibilidad.
- Corremos el riesgo de parecer descuidadas.
- De apariencia formal.
- Los demás perciben a una persona responsable.
- Corremos el riesgo de parecer anticuados.
ESTILO CREATIVO
- De apariencia divertida.
- Transmite a nuestra imagen innovación.
- Corremos el riesgo de vernos algo ridículos.
ESTILO SEDUCTOR
- De apariencia sugerente.
- Nos vemos y nos ven atractivos.
- Llevándolo al extremo podríamos llegar a parecer vulgares.
ESTILO ROMÁNTICO
- De apariencia muy femenina.
- Le da a nuestra imagen un aire dulce, sensible.
- Podemos llegar a parecer cursis.
ESTILO DRAMÁTICO
- De apariencia dominante.
- Damos una imagen vanguardista.
- Corremos el riesgo de parecer agresivos.
ESTILO ELEGANTE
- Es un estilo de apariencia clásica.
- Los demás nos ven distinguidos.
- Nuestra imagen puede parecer inaccesible.
Ninguno es mejor o peor que otro. Cada uno comunica una cualidad que nos puede resultar muy beneficiosa, pero debemos evitar caer en los extremos.
Lo único que tienes que hacer es decidir la intensidad que le das dependiendo de la ocasión.
Por ejemplo, un estilo natural muy desarreglado puede parecer descuidado, pero para una ocasión especial se puede vestir ese estilo perfectamente, si lo adaptamos al objetivo y a la ocasión.
La imagen trabaja siempre a nuestro favor, teniendo en cuenta la personalidad, ya que es la única forma de crear un cambio y una imagen efectiva que perdure a través del tiempo.
Se trata de potenciar la individualidad ya existente.
¿Os identificáis con alguno de estos estilos o tenéis un estilo muy diferente? ¡Ya me diréis!
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