Es muy importante cuidar nuestra imagen en el trabajo. No debemos pensar que por tener un buen currículum y unos conocimientos muy amplios nuestra imagen no importa. Seguro que habrá muchas personas igual o más preparadas que nosotras que, por causar mejor impresión en los demás, pueden llegar a alcanzar antes un puesto de trabajo, cerrar un trato con un cliente, conseguir la aprobación para un proyecto, etc.
Nuestra forma de vestir y de arreglarnos es nuestra carta de presentación, un valor añadido a la hora de evaluar nuestro nivel profesional.30 segundos son suficientes para provocar una primera impresión en los demás. Esta primera impresion creada sobre tu nivel de educación, tu personalidad, el grado de confianza que inspiras o tus raíces culturales, cuando es errónea o contradictoria, es muy difícil de cambiar, e influye en nuestras relaciones. Por eso, en este post os damos las pautas para que vuestras relaciones laborales sean siempre un éxito y espero que os ayuden a ganar en confianza y autoestima para conseguir vuestros objetivos.
- Infórmate bien sobre la filosofía de la empresa en la que vas a trabajar. A través de internet es muy fácil. Además, es aconsejable que te acerques y observes cómo va vestida la gente que la frecuenta.
- Vístete con intención, según el tipo de empresa. Es decir, si es clásica o tradicional, tu peinado debe ser natural y más bien simple, tu maquillaje suave y discreto, tus manos deben estar cuidadas y tus uñas no muy largas. Tu vestimenta debe ser clásica pero actual. Es muy habitual caer en el error de utilizar un traje de hace 20 años, pensando que el estilo clásico es siempre el mismo. Las prendas se renuevan con los años, las formas y los patrones cambian. Nuestra imagen puede parecer casposa y anticuada. Los complementos no deben ser muy extremados, pero deben aportar un toque personal.
Si la empresa es innovadora, moderna y creativa, como por ejemplo un gabinete de comunicación de moda, o un taller de fotografía, tu peinado y maquillage deben ser más modernos y elaborados (no nos olvidemos que vamos al trabajo y no estamos en tiempo de ocio). El calzado puede ser de cualquier estilo: más sofisticado, más deportivo, y los complementos actuales y con un punto de diseño.
- Debes vestir de acuerdo con el cargo al que aspiras o que ostentas. Tu imagen nunca debe superar a la de tu jefe o jefa.
-Viste con prendas versátiles, cómodas y actuales. Versátiles, para que te sea más fácil combinarlas entre sí y crear nuevos looks. Cómodas para soportar bien la jornada laboral y no morir en el intento. La comodidad influye también en nuestra seguridad y autoestima de forma positiva. Y actuales, porque si evolucionas en la empresa, también debe evolucionar tu vestuario.
- No compres ropa para una entrevista enseguida. Si en tu armario no encuentras las prendas que necesitas, recurre al de tu madre, hermana o amiga.
- La ropa debe estar en buen estado, al igual que el calzado, gafas y complementos.
- La higiene personal, siempre cuidada. El cabello límpio, uñas perfectas, aliento fresco, barbas y bigotes arreglados. ¿Cuántas veces has tenido una reunión o visita inesperada importante para tu trabajo y te has arrepentido de haber comido esa salsa que tanto se repite? tu autoestima ya no será la misma durante la conversación y estás más pendiente de tu aliento que de concentrarte en hacer las cosas bien.
- Utiliza perfume siempre discreto, y respeta la distancia al hablar, no te acerques demasiado, puede resultar agresivo e incómodo.
- No utilices prendas muy cortas, brillantes o ceñidas ni con transparencias que muestren más de la cuenta.
- Varía tu atuendo cada día, sin parecer que tienes un fondo de armario como el de Paris Hilton.Un look sobrio hablará de tu buen hacer. Te verán como una persona práctica, organizada, eficaz. En cambio, un look demasiado ostentoso, lleno de complementos y avalorios, puede transmitir que no necesitas el trabajo, o que eres una persona derrochadora, materialista y superficial.
- Tu expresión corporal también es importante. Siéntate en la silla apoyando la espalda y lumbares en el respaldo. Pose relajada pero erguida, nada de tocarse el cabello o rascarse compulsivamente. Debes mirar a los ojos directamente para parecer una persona franca y honesta. Aparta dee vez en cuando la mirada para no resultar agresiva/o. La sonrisa es importante para transmitir una imagen agradable y cercana. No se aconseja la risa exagerada, i mucho menos las carcajadas. El tono de voz y la velocidad al hablar también son importantes. El tono, si es muy alto puede resultar agresivo, al igual que una velocidad rápida. Por el contrario, un tono y velocidad bajos pueden dar a entender falta de confianza e iniciativa.
Ya sabes cuáles son los aspectos que debes cuidar para que tu imagen te conduzca hacia el éxito.
